XXXI
MI CAMA ES UN VELERO
Mi cama es un cómodo velero;
mi niñera me ayuda a embarcar,
me viste con un traje marinero
y me lanza en lo oscuro a navegar.
De noche subo a bordo y me despido
de todos mis amigos de la playa;
cierro los ojos y la vela izo,
y ya no veo nada ni oigo nada.
Si puedo llevo cosas a la cama
como todo marino previsor :
un buen trozo de tarta de manzana
o, algunas veces, un juguete o dos.
Paso toda la noche navegando
hasta que sale el sol y me despierto
y en el seguro puerto de mi cuarto
atraco aparece mi velero.