LA LUNA
Tiene la misma cara que el reloj del salón;
ilumina la tapia cuando salta el ladrón,
las calles y los campos y los muelles del puerto,
y el pájaro que duerme en el árbol del huerto.
Al gato cazador y al ratón que es su caza,
al perrazo que aúlla a la puerta de casa,
al dormilón murciélago, que de día se acuna,
les encanta moverse a la luz de la luna.
Pero todos los seres que llamamos diurnos
procuran evitar sus efluvios nocturnos;
y así flores y niños se ponen a dormir
hasta que ya es de día y el sol vuelve a salir.
ilumina la tapia cuando salta el ladrón,
las calles y los campos y los muelles del puerto,
y el pájaro que duerme en el árbol del huerto.
Al gato cazador y al ratón que es su caza,
al perrazo que aúlla a la puerta de casa,
al dormilón murciélago, que de día se acuna,
les encanta moverse a la luz de la luna.
Pero todos los seres que llamamos diurnos
procuran evitar sus efluvios nocturnos;
y así flores y niños se ponen a dormir
hasta que ya es de día y el sol vuelve a salir.